Ahora que se acerca el invierno, las nevadas, la lluvia y las escapadas al campo o la montaña esta criatura demuestra toda su valía. La palabra SUV pierde sentido si hablamos del Range Rover Sport con el nuevo motor diesel V8, pues es este un auténtico y verdadero todoterreno vestido de lujo –un 4x4 en toda regla, con reductora, sistemas de control de descenso y Terrain Response, un mecanismo que permite seleccionar el esquema de suspensiones más adecuado para cinco tipos diferentes de terreno- que se enfrenta a los SUV de carácter más deportivo como el BMW X5, el Volkswagen Touareg o el Porsche Cayenne con un as debajo de la manga, su agilidad en el campo gracias a su suspensión neumática y a sus infinitas posibilidades de actuación.
Este Range Rover presume de dar las sensaciones deseadas ya sea en carretera o fuera de ella a través de conceptos totalmente contradictorios, ofreciendo al conductor deportividad, lujo y las mejores características off-road para conseguir un vehículo versátil y polivalente, además de práctico por el gran espacio interior de su habitáculo y muy representativo por la imagen que transmite. Lo único que echábamos en falta hasta ahora era un motor de gasóleo a la altura de su gran peso, ya que el V6 se quedaba muy escaso de potencia, pero esta nueva mecánica biturbo nos traslada a la esfera de las prestaciones deportivas con consumos ajustados. Una gozada.
Tuve ocasión de probarlo con la última gran nevada caída hace no mucho y la verdad es que las impresiones son de esas que dejan huella. Este salón rodante ha entrado con la elegancia de un cisne por caminos de barro y piedras donde un Land Rover Series III del 79 se retuerce y brinca, y su capacidad para sortear obstáculos se limitara a los neumáticos con que vaya calzado y a la pericia y valor de su conductor. En autopista es como un tren de alta velocidad, estable y con potencia a raudales, lo que permite cruceros muy elevados, y una vez que nos adentramos en tramos de montaña más revirados comprobamos como, por arte de magia, la electrónica y las suspensiones crean la ilusión de que hubiera adelgazado los kilos que le sobran. Y además sus frenos brembo aguantan el trato exigente. Creo que hay pocos competidores que puedan presumir de tantas bondades en terrenos tan dispares y sin duda ninguno de ellos tiene la historia y el encanto que todo Range lleva con orgullo.
Motor: V8/3.630 cc Biturbo
Potencia máx: 272 cv a 4.000 rpm
Par máx: 640 Nm a 2.000 rpm
Peso en vacio: 2.742 kg
Velocidad máx.: 209 km/h
Aceler. 0-100: 9,2 segundos
Consumo mixto: 11,1 litros a los 100 km
PRECIO: desde 75.600 €
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